martes, 28 de junio de 2011
Sus olvidos mediocres (sus de ellos y ellas)
Meterte en la bañera blanco huevo atestada de patitos amarillos y restos de gel con los vaqueros puestos, el agua que rebosa, y el no pensar en los vecinos porque si todo marcha como debe marchar, las venas serán la única delgada línea que separe el arrojo de la cobardía. Y nadie va a volver a llamar a la puerta enfadado. No más pizzas que llegan tarde, ni más libros del círculo de lectores. Esa puerta no van a golpearla jamás hasta que la sangre se cuele por el sumidero de sus olvidos.
jueves, 9 de junio de 2011
Alemanas de brazos tatuados que no dicen adiós después de follarte de manera impune
Desparramados sonoros. Truculencia de tu libido púbica.
Tropiezo con la pata del sofá. Golpe con la esquina de la mesa. Se rompe un plato, que a su vez rompe un vaso, que a su vez raja una muñeca que sirve de excusa para desangrar un corazón.
miércoles, 1 de junio de 2011
Des-pedirse (Mi adiós, mi ancla)
Y será cuando notes otra vez las cosas más deprisa, cuando los pies te pidan saltar y te llamen de otras porciones de tierra convenciéndote de que la que pisas no te pertenece...Será entonces decía, cuando leves el ancla y te des cuenta de que, efectivamente, al contrario de lo que pensabas, ha corrido el tiempo, han seguido pasando cosas allí abajo.
Las despedidas. Asqueroso invento. Eso también lo pensarás.
miércoles, 18 de mayo de 2011
Dos cabezas, miradas, gladiadores y zebras.
Todo tiene lugar entre una distancia malsana y cuasi inexistente que separa dos rostros de sexos contrarios y enfrentados. Una distancia menor al palmo de la mano de un niño promedio de tres años y a su vez, mayor en la práctica, a la distancia insalvable entre una estrella y una cometa, que no un cometa.
El canibalismo ocular salvaje que aleja dos cabezas y los retos de pistolas al alza para terminar de una vez con la discontinuidad de la piel.
Tú, sentada, seria, rancia y opaca a la intención de mi brazo que busca tu braga. Tú, afilada y voraz mirando, destrozando mis membranas interdigitales como un pelo de segueta en espiral que corta hacia todas direcciones sin pertenecer a ninguna de ellas.
Tú, un perro llevado a la delgada línea que separa su muerte por hambre del bocado al amo.
Te me hundes, tú, aristas de icerberg, te me hincas y apuntillas, tú. Jodido clavo de cristo.
Los iris finos y dolientes, como líquidos de punta, escondidos en tacones de aguja que emulan a los feos y viscosos habitantes de las conchas submarinas.
Tu mirada que es una larva que reproduce millones de moscas en un ojo enamorado. Tu mirada como una fractura en estallido, como un petardo entre las capas de la piel, como un butrón de alfileres en el vientre recien embarazado de promesas.
Tu mirada, el atropello en pleno paso de zebra rodeado de leones. Y la otra cabeza sin nada excepto ojos. Ni escudo, ni látigo, la nada atada a un corazón emulando una cometa de las que hablaba antes, que no un cometa, de los que también hablaba antes..
Yo, pedazo de mierda seca, huérfano gladiador sin nada con lo que hacerte daño, excepto mis "te quieros".
lunes, 16 de mayo de 2011
Días de alergia.
Ludovico toca Dolce Droga y los días de alergia se extienden como el fuego entre los matorrales secos de un monte andaluz. Una sensación de sopor, asfixia y aire encerrado en un microondas.
"Todo acaba por empezar hasta que ellas te terminan" que decía aquella nota guardada en un cajón de una mesilla de noche de un piso de una ciudad de un mundo cualquiera.
Respiras con dificultad uno de esos días, a priori lúcidos, en que pretendías comerte el mundo. Y es que amigo mio, no hay mayor alergia que la de un perfume de mujer.
lunes, 9 de mayo de 2011
To want everything, to have nothing. To have everything, to want nothing.
Escucho Sextape de Deftones mientras todo da vueltas excepto las agujas del reloj. Incluso el agua (que se niega a girar camino del sumidero) parece estanca como una ruina de cobre en una montaña sin aire.
Pienso en mujeres y pienso a la vez en hombres que no van vestidos como yo pero que llevan corazones similares. Pienso en lo solos que deben sentirse si lo piensan tempánicamente.
¿Simbiosis? Una puta. La reina del escondite después de Bin Laden.
Ahora la pregunta debería ser quizás: ¿Es la definitiva, es acaso la última?¿Habrá más mentes como ésta que a priori se presentan follables como el orificio artificialmente oradado en un melón y que después pasan a ser simplemente la cáscara mal aprovechada de una sandía? ¿Cuántas "decepciones" me quedan para llegar al cupo?
O quizás: ¿Merece la pena?
domingo, 1 de mayo de 2011
Valeria
Pero jamás blasfemaré mirando a las estrellas. Jamás osaré a llorar gotas que pertenecen a la lluvia.
Estoy a punto de llegar a casa y cojo la llave. Decido tatuar un verso de Machado en un árbol. Araño hasta que llora. Casi ilegible, tras cinco minutos, se puede intuir: "Hoy es siempre todavía". Guardo la llave apartando las endorfinas de mi bolsillo que siguen haciendo gárgaras en cerveza. Subo por las escaleras, el ascensor puede llamar al vómito.