miércoles, 22 de febrero de 2012

Manifestaciones sobre manifestantes

Este país de parias y panderetas, de subnormales polarizados políticamente, de consumidos por los medios de una u otra ala de la sinrazón, se rasga las vestiduras cada vez que hay una manifestación que se disuelve a golpes. Clama venganza y se llenan de estupor al ver las imágenes de un desalojo. Toda su ira hacia los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado. Las mismas en las que trabajo su primo, o quiere opositar su hermana, las mismas que le echan a los borrachos del portal o que hacen esos trabajitos que hace muy poco nadie quería y ahora todos quieren. Hostias por ser Policia Nacional, pero eso es otra historia. Lo que me hace gracia es la demonización del gremio. Aquí pillan siempre los primarrones, los más bajos de la escala, los que se ven obligados a ponerse el casquito y las protecciones para escuchar como se cagan en su puta madre cuatro descerebrados que no saben lo que es una manifestación, sino una insultación. Y yo me pregunto que pasaría con esos "estudiantes" civilizados si se les diera una porra y un casco, si hablarían igual de "injusticia" al ritmo de golpe y mamporro. Esos mismos a los que si se les diera la opción de ocupar la posición del que tienen en frente, estoy seguro que en su gran mayoría no dudarían ni un instante, y atizarían más fuerte aún si cabe, y no dirían "Despejen por favor", sino "En nombre de la Hoz y el Martillo y de mis santas libertades, aparta o te arreo de hostias hasta que te vuelvas rojo, o púrpura". Por que no hay nada peor que un idiota con un mazo, bueno sí, un consumido político,un rebanado de su ala derecha o de su ala izquierda del cerebro, eso si que es jodido macho, muy jodido...Presumir de libertades o de búsqueda de ellas, nos encanta ser progres y pisotear al currante que vive enfrente porque una parte muy pequeña de su gremio se equivoca. Cocer se cuece en todas las casas y antes de aporrearle la puerta al vecino para cagarnos en su putísima madre porque nos molesta el humo de su olla, quizás y digo sólo quizás, bien deberíamos ver si el humo de la maría que fuma nuestro hijo adolescente no está jodiendo a la octogenaria vecina del quinto...Es muy simple, y resumiendo que ésto se me alarga, mis derechos terminan donde comienzan los del otro, eso se llama RESPETO...y una cosita más, los deberes no son un invento social y demócrata que se esconden debajo de la cama cuando no nos interesan, los deberes haberlos haylos, y cumplirlos es el primer paso para poder vivir medianamente en paz.