lunes, 22 de febrero de 2010

Como ríos llenos de pistolas

Desde que me dijiste aquello, te pienso. Son 317 herraduras oxidadas en la panza y necesito sacarlas de aquí a toda costa ¿me oyes? cueste lo que cueste: esfuerzo, drogas, huídas...

Vas a decirme que estás bien, que todo va a salir color marfíl y sabor a safari. Vas a decirme que el río ya no está lleno de pistolas usadas, que las barrigas de tus ballenas ya no guardan toda la muerte del mundo. Vas a decirme que podemos volver a bucear los domingos por la mañana sin miedo a encontrar pesadillas tras los corales ni cofres llenos de espinas-espigas.

Porque puedes borrar el resto de pólvora, las huellas de la empuñadura, pero aún así, las pistolas tienen una memoria sombría acerca de vertederos, cuellos y venas tiesas como alambres. La memoria del acero es más poderosa que la de las piedras, más tenaz y más roma que la de la mano que la asía.

Por eso, si tú me juras que todo va a salir bien y que no ha pasado nada, excepto el tiempo, yo prometo que no habrán más "yo con mi sombra" ni más fantasías sobre follarnos a Maria Callas en un velero destino a Santorini mientras gime "O mio babbino caro". Mi sombra y yo somos un especimen en peligro de extinción y no queremos a nadie que nos salve, nadie excepto tú.

Voy a derretir las malditas pistolas para hacer floreros y libros de recetas. Voy a enterrar a la muerte. Voy a olvidar las memorias del cielo morado. Voy a ahogarme junto a mis lastres en aquella porción de nuestro río, que por sufrimiento y lluvia ya nos pertenece.

lunes, 8 de febrero de 2010

Children, don't stop dancing.

PARADÓJICAMENTE: Sólo veo todo claro conduciendo de noche mientras diluvia o llorando cantaros de hiel mientras conduzco. Esos días, los sentimientos son como caballos en llamas trotando por campos de heno, todo huele a desnudez y sabe a irrelevancia. Amo esos días en que los niños no pueden parar de bailar.

jueves, 4 de febrero de 2010

Rápido.

Nadie nos dijo al nacer que la vida se acabaría tán rápido, ni que los trenes pasarían tan deprisa...