miércoles, 28 de marzo de 2012

Blancos y negros

Nos amamos en blanco y negro como una vieja película francesa de Nouvelle Vague, con personajes que fuman en actos reflejos de olvido. Nos amamos sin colores ni parásitos lumínicos que adulteraran el beso bicéfalo y bicolor, como un tatuaje de sombras se ancla a una piel ya vencida y sumisa. Nos amamos en penumbra, en Berlín otoñal a orillas del Spree. Nos amamos en gris tendente a ceniza. Nos amamos en ruinas, en escombros de haces de luz deformados. Nos amamos en cromatismos que rozan el cero, en madrugadas...

sábado, 24 de marzo de 2012

Nessy

Joder, joder, joder, joder, joder, como sinónimo de ultrajar.


He perdido el norte, me pregunto. Mi brújula está sesgada, podrida, condicionada, oxidada.
Los pies por delante. El corazón por detrás, mirando de r(e)ojo.

La empatía es mi monstruo del lago Ness, preferido. Llevo tanto buscándola, tanto sin encontrarla...


viernes, 23 de marzo de 2012

Quiero venganza...

Haría una sangría en el pecho de esta ciudad de mierda...
Coches pequeños de altavoces gigantes canturreana paso lento eslóganes políticos desde primera hora de la mañana. La gente sonríe al escuchar sus falacias y propuestas imposibles. Es decadente. Casi como morir a arañazos...
Cada vez que pasa uno de esos coches, los niños del colegio de enfrente de mi ventana se acercan a los barrotes del presidio escolar. Se miran con caras de expresión neutral, algunos como si olieran a huevos duros, otros como la primera vez que escucharon e intentaron comprender un trueno. Los más pasotas dan collejas a los que ocupan la primera fila de las rejas para poder seguir jugando. Un niño desconoce la perplejidad hasta que no se enamora de los ojos de una chica, o hasta que no tiene una mascota, o hasta que no le regalan los Reyes Magos todo aquello que ha venido soñando los últimos meses a través de los anuncios que sesgan sus dibujos animados. Pienso. Un niño no conoce la perplejidad pero conoce la estupidez.
En la frutería de la esquina un anciano lleva el carro y por la soltura con la que lo agarra y arrastra y la dificultad con la que agarra y arrastra sus propias piernas, me arriesgo a decir que el carro va más vacío que lleno. Veo su expresión de asco, asco solemne, madurado. Me detengo en sus gestos y de repente me da la sensación de que lleva una existencia de mierda, y de que dentro de cincuenta años es muy probable que el 80% de esta ciudad lleve una vida más de mierda aún...
Quiero matar a todos los políticos. Con mis manos. Quiero que escupan toda la coca que les hemos pagado. Quiero que lloren, que sufran, que vean a sus hijos llorar al borde de un desfiladero. No quiero hacerme viejo. Temo a la muerte pero más aún temo al miedo y mucho más aún al miedo de durar demasiado de una manera esquelética que tenga lo peor del humano consumido y el animal carroñero. Quiero hendir mis dedos en el pecho de esta ciudad de mierda y contemplar su mugre, y echarle ollas de agua oxigenada dentro, que duela, que cicatrice, que espumee.
El viejo sigue arrastrando los pies. Ahora pasa un coche de Izquierda Unida. Los altavoces truenan. El viejo se detiene, se gira, mira el paso lento del vehículo. Tuerce el gesto un poco más. Habla en alto pero no lo escucho.
Me parece leer: Quiero venganza para esta vida de mierda, quiero mi propia venganza..

martes, 20 de marzo de 2012

Catastrofia

La atrofia causada por el movimiento de valor zero o por la nulidad de vectores de fuerza que obliguen al desplazamiento (particular) es el caso más común de catástrofe sentimental o también conocida como Catastrofia.

Mucho se ha escrito sobre este estadío (sic) emocional e incontables han sido los poetas o intentos de vate, que en su día escribieron sobre la Catastrofia como sinónimo de vacío intermolecular a nivel del bajo tórax y alto vientre.

De la abundante bibliografía disponible sobre la anamnesis, sintomatología, diagnóstico y tratamiento de la misma, me quedo con una frase "El amor se nos murió de tanto dormir abrazados..."

domingo, 18 de marzo de 2012

Edificaciones

Ladrillo sobre ladrillo cada vez es mayor la presión que invade los cimientos de esta rosa no florida. Cuando hablo de la rosa no florida, presten atención que no hablo de semilla. Es un feto floral mal alumbrado con bracitos de amor como trompas de falopio en una niña de coral.
Todo lo que escribo hoy son metáforas de como amar sin ser visto, o como ver a gente amar sin ser amado. Son versiones poco cuerdas, raras, complejas, como ecuaciones de flujos venosos en cuerpos podridos. Todo lo que hablo hoy no es exacto, y si me apuran tiene más de diez decimales. Acariciar como en Sevilla, como en el lecho del río, e intentar computarizar el hecho de comerme un coño en una habitación nevada por dentro y por fuera en la zona más septentrional de Noruega. Todo eso tiene decimales, muchos.
Y como aprendí de mis compañeros de piso que estudiaban arquitectura: la base de cualquier edificio es la estructura férrea y ordenada. Después yo añadí que la base de cualquier amor o cualquier intento, no es otra cosa que la pirámide invertida de todas aquellas veces que hemos fracasado previamente.

Y me quedé tan pancho...

jueves, 15 de marzo de 2012

Bloqueo

Estoy bloqueado, pero al contrario que otras tantas veces, siento en el pecho la flema de la tinta, el olor a descomposición emocional, la pus de la palabra a punto de estallar...

Es sólo cuestión de tiempo, me digo. Es sólo cuestión de zorras, caídas, libros y alcohol, me dicen. Yo no hago caso de eso. Es lo fácil...me refiero a escribir triste. Lo más doliente y lo más latiente salen con fuerza, Tiene que ser bueno a cojones, o al menos potente, electrizante...pero ¿y si no me decanto por la manera fácil? ¿Y si rehuyo de motivarme a la manera Bukowskiana? ¿Podré escribir desde el zumo de naranja? ¿Desde la terraza al Sol? ¿Desde la sonrisa? ¿Tendré la misma fuerza que antaño cuando escribir era la única manera de escapar?

Probaré mañana, sí, mañana, pero recién levantado... hoy por lo pronto salgo a ver las farolas y tengo miedo a volver tarde, a hacerlo al amanecer de las cosas. Eso sólo sería una señal inequívoca de que vuelvo sólo y borracho y de que es el mismísimo Chinaski el que ha desecho mi cama.

miércoles, 14 de marzo de 2012

Descompás

Latir a descompás, durante los silencios del mundo, es aún más bonito...