sábado, 15 de octubre de 2011

Cactus

Como una garganta ahogada en flamenco y sudor, mis venas se estiran y se retuercen en un amasijo de hierros con forma de candado, y mientras llega el otoño con todas sus cosas secas y su melancolía del brazo, te sigo recordando como ese precioso nido de búhos mudos y vigilantes que fuiste en mi azotea. Mirándome por dentro hasta las sienes, jamás hablabas, ni siquiera cuando se trataba de llorar.

Por aquí todo sigue igual, todo lleno de palmas de caña. Sólo cambia la dirección del viento y el valor del dinero pero no deja de oler a Sur y a lo que huele la cerveza muy fría cuando sopla levante y hace mucha pero que mucha caló.

Tus bragas, tu guitarra, tus sandalias de cuero y mi corazón lleno de cayos y llagas. Mi corazón derramándose a la rastra como un burro con cáncer de huesos. Mi corazón, tu padrastro favorito, ese que siempre mordías... No hay cabida para más en el trastero.

No puedo parar de viajar al salón durante la siesta sin ponerme el casco, porque me gusta el riesgo, porque quiero que se me caigan todos los recuerdos encima.

Y no voy a apuntalar estanterías, ni frases, ni "me dijiste que...".

Nada puede echar raíces ya en esta tierra yerma y circunscrita únicamente al riego de tu vena principal.

Nada.

Y que no suene triste pero si impotente.

Que no quiero sonar a fandango, repito, si digo que ya no estoy preparado para escribir de fuera hacia dentro, y que se me rebosan las cosas en los dedos y que soy realista al darme cuenta de que soy un buque tocado por un beso de fuego.

Definitivamente he perdido el rumbo, la suerte, mi suerte, jugando a las canicas y pretendiendo ser mayor.

Y ahora que no hay agua fría en la nevera,ni güisqui en el salón, siento que quiero vivir rodeado de plantas y regar toda la arena del mundo, aunque sea mal llorando. Pero a la vez soy consciente de que sólo podría mantener con vida a un cactus, un pequeño cactus que nada exige excepto el Sol...

4 comentarios:

  1. suenas a soleá :) quien sabe si pronto por bulerias!

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  2. Nunca sé que comentar al leerte.
    Esta vez menos.
    Escalofríos, más escalofríos y caras de admiración frente a la pantalla. Enhorabuena

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  3. Es increíble el pelicgro que conlleva leer a un desconocido que podría ser cualquiera. Tejes lugares comunes de una manera particularmente tuya, que quizá en muchas ocasiones tambien era mia. Casualidad,causalidad.

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