Piedras. Muchas piedras y de todo tipo. Romas, angulosas, grandes, estriadas, grises, arcillosas, con forma de nube, con forma de sueño, con forma de caída vertiginosa, de sofá, de melena rizada, de botellín de cerveza, de ruído, de nueces, de ramo de flores, de escapada a la playa, de huída, de girafa, de asiento trasero de un Corsa. Más y más piedras. Azules, con pecas, sin cartera, rellenitas y amantes de París y las cerezas.
Mis tropiezos llevan nombre de mujer cuando bien pudieran ser piedras... Inertes y olvidadas piedras sin nombre.
bello, complicado, peligroso pero inevitable empedrado... qué seríamos sin él?
ResponderEliminarun abrazo, doctor
au revoir!