jueves, 10 de febrero de 2011

Cagar mientras se escribe o viceversa.

Me voy al baño dispuesto a cagar con sobriedad. Tomo mi Netbook y abro una "nueva entrada". La pantalla casi toda blanca y esa maldita barra negra parpadeante que te achucha a escribir.
¡Vamos valiente, algo bueno o al menos con un poco de sentido esta vez! parece decir con sorna.

La presión intermitente de su parpadeo cierra mi esfínter. No puedo cagar y me estoy cagando. Jamás pude con la presión. Es una de las razones que alegó para marcharse y dejarme con lo puesto. A ella me refiero, no a la barra, esa nunca me abandona.

Escribo algo: Un artista nunca será pobre...

Borro.

Menuda bazofia, menuda farsa, y encima como encabezado, y para más inri aún si cabe robado de tu película de ayer (El Festín de Babette) ¿Es eso todo lo que tienes? Me pregunto con rabia hacia mi mismo.

La barrita negra de los cojones sigue ahí y por un momento creo que se ríe de mi.

No puedo cagar mientras pienso en que escribir. No puedo escribir mientras pienso en que cagar. Aunque si me paro a pensarlo detenidamente e intento mirarlo desde el cielo con una de esas vistas de halcón todo se muestra mucho más fácil.

No puedo desprenderme de dos cosas a la vez desde que me dejaron vivir solo. Creo que perdiendo doble la vida se me va a acabar antes...Y ya saben, letras y mierda de una sola tacada es algo que no me puedo permitir.


2 comentarios:

  1. no podías haberlo descrito mejor... aunque quizás si se puedan hacer las dos cosas a la vez, no literalmente, por supuesto

    un abrazo, doctor
    p.d. sé que no te la sudaba, pero tú me entiendes

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  2. Todos esperamos cagar algo con sentido, supongo.

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